SI, HAY OTRA VIDA

      Nunca he creído en nada, por encima de lo que cada persona somos, sé en lo que vivimos desde el momento que nacemos hasta la hora que nos vamos de esta vida.

      Mis pensamientos eran cuando una persona muere, termina de existir, aunque algunas personas y la iglesia me decían que el cuerpo muere pero su alma no; Con todo esto mis pensamientos eran distintos. Hoy en día les doy la razón a todas estas que pensaban lo contrario que yo.

      Hace dos años participé en una cesión de regresiones donde algunas personas intervenían como autores y exponiendo casos que creía que le había pasado en su vida o querían saber el por qué les ocurría esto.

      Ellos y ellas exponían su caso ante una monitora y el resto que allí estábamos presentes, según su caso sacaban a varias personas y en las que ellos crían que más les podían ayudar y cada comentaban que era lo que quería saber de las cosas que les preocupaban; tanto de él como desde cuando le venia eñ problema.

      Aunque salí para participar en algunos casos al principio no me lo podía creer y que tampoco sabía de qué iba la cosa, en el primero no llegue a compenetrarme en el caso, salí en un segundo y algo me entro dentro de mi cuerpo que no sé cómo explicarlo; pero me sentí muy dentro del papel y algo corría por mis venas, cabeza y todo mi cuerpo que me encontré muy dentro de la persona que estaba interpretando y me sentí muy feliz.

      Salí en un tercero, era un caso de una separación y esta persona decía que desde ese mismo momento creía que sus hijos no la querían lo mismo que antes, salí como marido de esta persona y  dos jóvenes como hijos, en este caso lo pasé tan mal que nunca se me olvidará esos momentos; me tiré un par de días llorando cada vez que me acordaba y comprobé que  las personas llevaban razón ya que el matrimonio no se ponía de acuerdo para hablar con sus hijos uno de sus hijos si la quería pero el otro le repelaba acercarse a ella y la otra al contrario con su padre aunque reconocía que lo que quería mucho.

      En ese momento yo lo estaba pasando muy mal por motivos personales y algunas noticias que me dieron que llegaron a dejarme mi mente en blanco y tirado por los suelos, creía que nunca podría llegar a ser como antes, algunas en estos casos se acuerdan de Dios y les pide que les ayuda, en aquel momento ni me acorde de él. Un día un buen amigo al verme como mi vida iba cada vez peor se puso las pilas y movió cielos y tierra me buscó a un gran grupo de personas en Granada donde me ayudaron bastante; pero no lo suficiente como para poder salir del hoyo en que me encontraba pero no tiraron la toalla y me pidieron cita para ir a la consulta de la persona que hoy en día estoy asistiendo y seguiré mientras pueda.

      Me ha sacado de muchas dudas que tenia y de cosas que no sabía ni comprendía el pro qué me ocurría como cuando pierdo la memoria siempre aparezco en el mismo lugar.

      Hoy en día aunque tengo bajones creo que como todo el mundo pero me siento la persona más feliz del mundo tengo mi familia que me quiere bastante como yo a ellos y también tengo a una persona en la que nunca he creído y que siempre va conmigo. Tengo una persona que a través de él estoy viviendo experiencias que nunca me las podía imaginar.

      He llegado a saber que tengo a tres personas que aunque no viven en este mundo; pero siempre están a mi lado, me cuidan cuando más las necesito, las quise y las seguiré queriendo mientras Dios me de fuerzas y siga en esta vida, me cuidan en mis peores momentos. El poder comunicar a otras personas mensajes de sus seres queridos es para mí una felicidad muy grande. Espero seguir experimentando más cosas sobre mi vida y otras personas a las que les de noticias buenas como yo recibo y eso es cosa de una persona muy grande y poderoso que aunque no lo veamos existe y también quiero comunicarle a las personas que puedan leer estas palabras que después de esta vida hay otra se que se vive muy  feliz, donde no hay nada mal ente ellos y siempre están muy pendientes de todos ellos, siempre están pendientes de todos sus seres queridos que todavía vivimos en este mundo de maldades; nos hacemos infelices nosotros mismos ya que no pensamos en que hay una persona muy poderosa por encima de nosotros.